viernes, octubre 12, 2007

la extinción de mi lengua y de mis sueños,
el final de razones para vivir y creer.
Cuando se acaba la magia.
de los nombres

de los abuelos
y el querer de los padres.

Es precio el de una civilización
donde no formamos parte.


Donde es prohibido por el olvido
ser libre,
ser canto
ser fruto,
ser raiz,
Y sabiduria de animal

que se esconde
entre
lo que no se ve
y lo que se entierra.

La sin memoria de los cuentos
Y otra vez la extición.

Sin vestirme ni hablar como siento
y el sonido de lo que pienso.

ya no valen mis colores

ni simbolos.
Me imponen que solo sea numero.

una cifra

Es la necesidad de la

garganta laberinto
de la ciudad y su lengua de dinero,
la que es impuesta
para mi y mis hijos

y los suyos de los suyos.

Es que eso duele más que el hambre,
humanos,
acuerdense, eso duele más.
La extincion
de toda una memoria.

Para amanecer en una muerte
Con limites
y extrañas telas
para saludar.
Sin rios ni cantos en un arbol,

solos con objetos.
Y es que ya no sanamos.

Solo cantamos
solo bailamos
para acompañarnos en
esa larga noche
que vendra para mi gente
y no volver de ella .

Dedicado a los pueblos y lenguas que se extingen dia a dia.
vrac

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